Imagina necesitar consejo médico, pero tu agenda está apretada, vives lejos de una clínica o simplemente prefieres la comodidad de tu hogar. En estos tiempos modernos, la salud ha encontrado una manera de acercarse a ti de forma innovadora: la telemedicina. Esta tecnología, que permite consultas médicas a distancia, ha ganado una popularidad asombrosa en Chile, transformando la manera en que accedemos a la atención sanitaria.
La telemedicina ha revolucionado el acceso a la salud en Chile, especialmente impulsada por la pandemia de COVID-19. Esta modalidad de atención médica a distancia ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos tres años, transformando la interacción entre pacientes y profesionales de la salud. Inicialmente, una respuesta a las restricciones de movilidad, la telemedicina se ha consolidado como una opción valiosa y permanente en el sistema de salud chileno.
El año 2020 marcó un punto de inflexión con un aumento exponencial de las consultas remotas. La Superintendencia de Salud reportó más de 190,000 teleconsultas a través de las Isapres entre marzo y octubre, con un peak durante los meses más críticos de la pandemia . Medicina general, psiquiatría y medicina electiva fueron las especialidades más demandadas, y la mayoría de los usuarios fueron mujeres entre 25 y 44 años .
En los años siguientes, 2021 y 2022, la telemedicina continuó su expansión, integrándose fuertemente en el sector público. Las prestaciones remotas sincrónicas en el sistema público aumentaron de manera impresionante, alcanzando casi un millón de atenciones en 2022 . El Departamento de Salud Digital del Ministerio de Salud registró un total de 1,385,263 prestaciones de telemedicina ese año, evidenciando su importancia a nivel nacional .
El año 2023 fue crucial para la telemedicina en Chile, con su reconocimiento y regulación formal a través de la Ley N° 21.541 . El Hospital Digital del Ministerio de Salud triplicó sus atenciones remotas en comparación con 2020, llegando a 249,295 . Además, un porcentaje del monto facturado en el sistema privado bajo Fonasa correspondió a servicios de telemedicina .
La telemedicina ofrece numerosas ventajas, como mejorar el acceso a la salud para personas en zonas remotas o con movilidad reducida, brindar comodidad y ahorro de tiempo, y potencialmente reducir costos para pacientes y el sistema de salud . Facilita el seguimiento de enfermedades crónicas y puede agilizar el diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, también existen desventajas. La limitación del examen físico, la brecha digital que dificulta el acceso para algunos, las preocupaciones sobre la privacidad y seguridad de los datos, y la posible falta de conexión personal son aspectos a considerar . Además, el marco legal aún en evolución y los riesgos de un diagnóstico incompleto son desafíos importantes .